Igualdad entre hombres y mujeres explicado para niños y niñas

Igualdad entre hombres y mujeres explicado para niños
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¿Cuántas veces hemos oído decir: “los niños son más brutos pero más nobles” o bien “las niñas son más listas pero más malas”?

¿Cuántas veces nosotras/os mismas/os nos hemos dirigido a un niño? ; “¿Qué tal campeón?”y a una niña; “¿qué tal bonita, princesa?”.

¿O cuantas veces hemos oído decir a un niño?,” los niños no lloran”.

Recurriendo a este tipo de frases y utilizando este tipo de mensajes lo que estamos haciendo es perpetuar un sistema de valores y creencias sobre el que construimos nuestras identidades como hombres y mujeres. Nuestro modelo de sociedad se transmite de generación en generación mediante lo que llamamos la socialización en el que las personas asimilan y hacen suyos una serie de valores y comportamientos que favorecen y garantizan la aceptación en la sociedad. Este proceso de socialización es distinto según el sexo de las personas, asignando modelos diferentes para las niñas y los niños en función de lo tradicionalmente establecido para unos y otras. El conjunto de ideas y creencias comúnmente aceptadas en la sociedad sobre cómo han de comportarse niñas y niños es  lo que se llama estereotipos de género que son como etiquetas que nos ponen al nacer, por ejemplo: las CHICAS son más sensibles, miedosas, tiernas y débiles que los chicos; los CHICOS son más valientes, duros, agresivos y fuertes que las chicas.

Y cuando tú, padre/madre, crees que las niñas son más débiles le transmites un mensaje incorrecto. Muchas niñas crecen con poca confianza para decidir y tomar riesgos. Si se les da más libertad a las niñas éstas crecerán con confianza y acostumbradas a tener iniciativa y a tomar decisiones. Las niñas son sobreprotegidas por sus progenitores por ser consideradas débiles, en cambio los niños son alentados para superar sus miedos.

Estos estereotipos impulsan a  niños y niñas a desempeñar tareas y funciones así como a tener comportamientos considerados propios de hombres o de mujeres por el mero hecho de pertenecer a uno u otro sexo. Es lo que llamamos roles de género. ¿A quién es más común ver en los centros de salud acompañando a las/os niñas/os, o mayores?, ¿Quién es más habitual que realice las tareas domésticas en tu entorno? O ¿Quién dedica más tiempo al deporte en tu casa?, son algunas de las preguntas que podemos hacer a nuestros/as hijos/as para percibir si tienen asumidos estos roles de género y porqué.

Observa a tu alrededor los comportamientos y juegos de niñas y de niños. Ahora compáralos con la división de tareas y funciones de hombres y mujeres adultas. Este es un ejercicio de reflexión que puedes hacer con tu hijo/a.

Estos estereotipos y roles de género hacen que las expectativas de futuro de las personas, planes de vida a nivel personal, profesional,…  se vean determinados por los modelos que nos imponen y no por lo que realmente desearíamos. Por ejemplo, a la hora de elegir una carrera, mientras que las CHICAS suelen optar por estudios y carreras relacionadas con las ciencias sociales, la sanidad, las humanidades…, más “apropiadas” para las mujeres, los CHICOS  suelen optar  más por las tecnologías. También podemos ver estas diferencias entre hombres y mujeres en el mundo del deporte

Para explicar las razones por las que las diferencias biológicas entre los sexos se transforman en desigualdades se utilizan dos conceptos básicos: el sexo y el género. Mientras que el sexo se refiere a las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, el género explica que las desigualdades entre las mujeres y los hombres se construyen socialmente, varían según las culturas y los tiempos históricos y, por lo tanto, podemos modificarlas.

Haz a tu hijo/a reflexionar… Sólo las mujeres pueden dar a luz y esto es un hecho biológico, pero… y cuidar a las criaturas: ¿se pueden compartir estas tareas entre hombres y mujeres?

Para que mujeres y hombres podamos desarrollarnos como personas libres e independientes, debemos compartir obligaciones y derechos. Las desigualdades entre mujeres y hombres no resultan beneficiosas para nadie porque dificultan el desarrollo de las cualidades de las personas y, por lo tanto, mantienen una situación injusta y frenan el desarrollo de nuestra sociedad.


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